[there goes the fear]

Hace 3 años mi mamá estaba hospitalizada y "en calidad" de presunta culpable, era la única involucrada presente, el conductor, que iba a 140km/h cuando chocó a mi mamá, según el peritaje, se dio a la fuga.
Los "oficiales" olvidaron una libreta en la salita para visitantes del hospital, dibujaban carritos y se escribían mensajitos románticos, pareja.

El viernes terminé tercer parcial e iba feliz a ver a Soda Stereo, con M. y P. La noche anterior la mamá-van me boicoteó y no se quiso mover. Doce pasadas de corriente después aprendí a conectar los cables y a "hacer tierra". No sé qué le hice a la mamá-van que no me quiso llevar, tuve que empujarla desde la playita del Costco hasta la biblioteca de la escuela. Ese día La Pandilla grabó 2 pesos e hice pipí ante la mirada inquisitiva de una cucaracha enorme.


Los papás hacen cosas raras, les gusta recalcar que te vale madres la familia, que nunca consideras a los demás, que sieeempre haces lo que se te hincha la gana, que te mandas solo y afirman que, con tráfico de viernes en quincena por la tarde-noche, es posible que lleves la mamá-van con batería enferma a su hogar. Todo eso en menos de 30 minutos.

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Ser regañado por teléfono y resistirse a colgar por no faltar al respeto, cocina un gran coraje. Si el regaño es interrumpido por un crash, el sonido de vidrios rotos y un "me chocaron...me duele la cabeza...tengo sueño" de fondo, no garantiza que te salvó la campana pero logra que extrañes el regaño, que el coraje pase a angustia y que vuele tu imaginación. Sobretodo cuando se corta la llamada y no puedes volver a comunicarte.

Hoy estreché la mano de la voz en español de Hellboy, el perro de Family Guy, Christian Troy y un personaje morado de Dragon Ball.