[there goes the fear]

El día que la leche con chocolate y/o Broken Social Scene dejen de funcionar, tendré mi lluvia de ranas.

Mientras el efecto curador se mantenga fijo, me acostumbraré a no querer dormir. Dormir dejó de ser descanso y no me caería mal asesoría de los especialistas en arquitectura del subconsciente. Ahora sueño películas de acción y zombies en las que soy co-protagonista, tengo que evadir mordidas y rasguños, clavar tenedores y cuchillos sin filo-para untar mantequilla (el cuchillo, no en los zombies) en manos y caras de infectados. Todo esto mientras interactúo con un elenco A, B-list.
Subir y hacerla de líder en un ataque zombie, encontrar refugio en un edificio de al menos veinte pisos, evitar el contagio, correr, esconderse de los zombies...y poner buena cara para mantener la calma, es muy cansado. No dejaba de pellizcarme y preguntarme si eso era Zombieland, pero no, quién sabe de dónde lo saqué, la fotografía no fue como en el sueño de piratas vampiros, toda fría azulosa, acá era como de comedia gringa, bien iluminadito, paleta neutral, Bill Murray, pero particularmente Jack O'Connell y Ellen Page se veían muy bien.
Al final nos salvamos pero algo pasó-quedó en el autobús, el operador, muy terco, quemó un asiento para "desinfectarlo" pero acabó intoxicado por el monóxido, yo le dije que se esperara pero ahí va...en la secuela sabremos si se murió o si salió zombie evolucionado.
Y luego, un señor, que se parecía al abogado de Scrubs, me dijo: ¡aaaah, ya no tienes el hígado afuera! también te recuperaste. Revisé mi panza y, en efecto, no había ningún órgano asomado, ni un rasguño, no recordaba nada, aparentemente fui zombie pero me deszombiecé y, en la segunda parte, tal vez hoy, tal vez nunca, experimentarán con mi sangre para conseguir un antídoto
aunque a mí me dan miedo las agujas y las mangueritas, no quiero acabar como Wikus Van de Merwe, ni convertirme en zombie con blackouts que no puede estar con sus amigos sin atacarlos, quiero ayudarle a la ciencia curazombies.
Y ahora un poco de Elefant, aunque ningún video le hace justicia a los superpoderes de Diego García.