lo desesperante del viaje en carretera fue la falta de iluminación de la federal y la pasada por el campamento militar [¿ustedes se detendrían a preguntar al camper vacío? mi hermana y mi papá dicen que soy una exagerada y sí, seguro me dejo engañar fácil por las noticias amarillistas del año], pero después de unas 6 horas de viaje llegamos al pueblo de mi tío. mi perfecta gestión como copiloto y el croquis confuso nos hicieron creer que estábamos perdidos, por ahí de las 11 y cuarto de la noche llegamos.
creo que la última vez que vine fue en el '99. no me acordaba muy bien de pajacuarán, solo de una cría que se enfermó y murió, iba a ser nuestra birria de bienvenida.
la gente es amable, se comen unas enchiladas de chile nopal buenísimas, abundan hombres vestidos a la kumbia all stars, y trocas con placas gringas pimpeadas con super equipos de sonido. ah y en la plaza o en las calles venden garbanzos asados y creo también hervidos, son vainitas verdes ampliamente recomendadas.
además de la buena vibra que se respira, lo que hizo mi día fue hace rato que pedí un espresso y, antes de entregármelo, el señor que atiende me dijo: pero es muy poquito, ¿no importa?
Thursday, January 1, 2009
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